¿POR QUÉ NO USAR BIBERONES Y CHUPOS?
"El biberón fomenta el rechazo al pecho y debilita la capacidad de la madre para producir leche"
El chupón o biberón hace que el niño únicamente deba abrir un poco la boca, morder fuerte y absorber la leche sin mucho esfuerzo. La combinación simultánea de ambos métodos de alimentación, hace que el menor se confunda y sea incapaz de diferenciar el tipo de succión que debe emplear en cada caso.
“La succión natural que realiza el bebé estimula el pezón de la madre. Esos estímulos se envían al cerebro de la progenitora para activar la prolactina, que es la hormona encargada de impulsar la elaboración de leche en las glándulas mamarias."
CONSECUENCIAS
Utilizar el biberón o el chupete, se asocia al desarrollo de ciertos peligros y efectos negativos en la boca de los pequeños. A continuación, mencionaremos las consecuencias más frecuentes de su utilización:
-
Dificultades en la lactancia materna: "Síndrome de confusión de pezón”. Cuando un bebé no consigue mamar del pecho debido a que se ha acostumbrado a la tetina del biberón.
-
Maloclusiones dentarias: Hace que la mandíbula no crezca de manera correcta quedando más atrás de lo que debería y apreciándose un espacio aumentado entre los dientes.
-
Infecciones del oído: Otra de las consecuencias, es la de respirar por la boca. Esto puede traer un aumento de la posibilidad de sufrir una otitis o infección de oído.
-
Infecciones de la boca: Una de las más comunes, es la llamada “muguet” que genera placas blanquecinas en la boca.
-
Dificultades en el habla: Mayor probabilidad de sufrir retrasos notables a la hora de hablar. La succión de la tetina impide que su lengua, por ejemplo, pueda realizar los movimientos naturales para poder pronunciar correctamente.
En vez de recurrir a un biberón que debilita el reflejo de succión y de vínculo materno entre la madre y el bebé, un vasito o una cucharita pequeña podrían ser los recursos provisionales perfectos en caso de que el menor rechace el pecho.
"Karla Richmond"