ALMACENAMIENTO Y CONSERVACIÓN DE LA LECHE MATERNA
En frascos de vidrio con tapa rosca de plástico. Los frascos se deben marcar, esto facilita que se utilicen los frascos con la leche más antigua. Los frascos pueden ser de 2, 3 o más onzas, esto permite almacenar la cantidad de leche materna que el bebé necesita en cada toma y así evitar el desperdicio. Cada día se deben utilizar frascos distintos, y no llenar hasta el tope, pues al congelarse, la leche materna se expande y se puede romper el frasco.
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Pringar recipientes: con abundante agua con 15 minutos de hervida
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ROTULAR: recipientes con nombre, fecha y hora
Recuerda: No colocar los frascos de leche en la puerta de la nevera para evitar los cambios de temperatura que se produce cada vez se abre y cierra la puerta.
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A temperatura ambiente 4 horas en un lugar fresco
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En el refrigerador (No congelador) 12 horas
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En el congelador: 3 meses congelador compartido.
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Descongelada 24h
Cómo suministrarle la leche extraída al bebé
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Descongelar a baño maría.
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Comprobar temperatura con el dorso de la mano (tibia).
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Una vez descongelada no puede volver a ser congelada.
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Se recomienda no usar biberón para darle la leche al bebé ya que esto genera “confusión de pezones”, pues la lengua del bebé toma distintas posiciones cuando succiona el pezón que cuando succiona la mamila.
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Por ello, es mejor ofrecerle la leche a cucharadas, taza pequeña o en un vasito especial para bebés. Siente al bebé en sus piernas y acerque la taza a sus labios levemente inclinada, sin vaciar su contenido en su boca, deje que él la tome solo.